sábado, 27 de septiembre de 2014

AMA-BIRGIN-ARRIA. MITICA HUELLA EN EL CORAZON DE ARALAR

AMA-BIRGIN-ARRIA


En el antiguo camino que unía el Santuario de San Miguel de Aralar con los pueblos gipuzkoanos de Amezketa, Alegia, Tolosa, etc., se localiza el espectacular barranco de Arritzaga, de origen glaciar, y famoso por sus minas de cobre explotadas desde 1734. 

CABECERA DEL BARRANCO DE ARRITZAGA

En la cabecera del mismo, una enorme mole de piedra junto al camino llama nuestra atención, se trata de Ama-Birgin-Arria. Una pequeña hornacina en la parte superior izquierda de la misma, guarda la imagen chiquitita de la Virgen María, junto a la que se ven flores y algunas monedas depositadas en una concha a los pies de la figura. 


FIGURA DE LA VIRGEN EN AMA-BIRGIN-ARRIA

Una antigua leyenda nos cuenta los misterios de esta piedra, cuyo origen, si bien cristianizado, se remonta a lo más profundo de nuestras tradiciones y creencias. Dicen los viejos cuentos que la Virgen María se apareció a un pastor de la localidad de Amezketa, este corrió a su pueblo a contar lo sucedido, pero no le creyeron, entonces la Virgen María se marchó hasta el barranco de Arantzazu, en plena sierra de Aitzkorri. Pero antes de partir y como demostración de su paso por este rincón de Aralar, la Virgen dejó la huella de uno de sus pies en la roca sobre la que se había posado al descender de los cielos, esta roca es la Ama-Birgin-Arria, y todavía permanece allí dicha huella, siglo tras siglo. 


HUELLA DE LA VIRGEN EN AMA-BIRGIN-ARRIA

Aún hoy tenemos la oportunidad de conectar con lo más profundo de nuestra ancestral cultura, de vivir en primera persona nuestras más arcaicas creencias, allí en lo más profundo de nuestra montaña. Como manda la tradición, muchos caminantes dejan en Ama-Birgin-Arria unas monedas para que algún peregrino o montañero que se dirija  hasta el Santuario de San Miguel de Aralar, las recoja y las deje allí en el mítico templo, ofrendando velas que arderán ante la imagen del santo.

SANTUARIO DE SAN MIGUEL DE ARALAR

No hace mucho pasé por este mágico rincón de nuestra montaña, donde aún hoy encontré unas monedas que algún caminante había dejado allí con la esperanza de que alguien las llevara al Santuario de Aralar. 
MONEDAS EN AMA-BIRGIN-ARRIA

Es hermoso ver como en estos tiempos súper tecnológicos, se mantienen todavía las antiguas tradiciones que nuestros antepasados nos han ido trasmitiendo con la sabiduría de los tiempos, y que nos enlazan directamente con un pasado lejano, muy lejano, pero que podemos tocar con la punta de los dedos en lugares como Ama-Birgin-Arria.


AMA-BIRGIN-ARRIA Y BARRANCO DE ARRITZAGA

El  paso de Igaratzako Arratea, parece custodiar la piedra de Ama Birgin Arria y su leyenda, como queriendo protegerla, es un paso que nos abre las puertas de las amplias praderas verdes de Aralar, donde pastan las potttokas, dejando atrás el barranco de Arritzaga. 

IGARATZAKO ARRATEA

Es esta una ancestral ruta de trasnshumancia, y peregrinaje hasta el Santuario de San Miguel de Aralar, ante la que no podemos evitar sentir un enorme asombro lleno de admiración pensando como aquellas gentes subían sus rebaños  por estos intrincados caminos a los altos pastos de la sierra.
Cerca de este paso, se localiza el paraje de Perileku, donde como su propio nombre indica (Perikelu-sitio de feria), antaño, en verano, se celebraba una feria ganadera muy conocida, a donde acudían los pastores de todos los pueblos de alrededor. 


PERILEKU

Hoy ya no se celebran ferias en este paraje perdido en el corazón de Aralar, donde un poste indicativo de la cumbres circundantes, nos sale al encuentro, es un lugar curioso, apartado pero a la vez cruce de caminos antaño transitados, hoy es un lugar idóneo para respirar la soledad de la montaña, sentarse en medio de los rasos infinitos de Aralar y oír sólo los pensamientos que surgen de nuestra mente. Y todo ello rodeado de unas montañas espectaculares, atractivas, magnéticas, conocidas, como la Malloa de Aralar. Superando los 1.000 metros de altura, presentan en esta vertiente su lado más amable, sin embargo hacia el lado opuesto grandes barrancos se precipitan sobre el valle de Araitz, y las localidades de Betelu, Errazkin y Albiasu.


ATARDECE SOBRE LA MALLOA

Un poco más adelante se localiza el bello paraje de Igaratza, es esta una de las zonas de referencia para el montañismo vasco, un lugar cuyos atardeceres mágicos nos enseñaron a amar las montañas a muchos de nosotros. 

IGARATZA

Allí se alza una ermita cuya bendición tuvo lugar un 15 de septiembre de 1946, con el fin de celebrar misas cada domingo durante la época en la que los pastores estaban en la sierra, para  que estos pudieran cumplir con el rito semanal sin tener que desplazarse durante horas de camino. Se pensó en celebrar las ceremonias en las fechas que van desde el 1 de mayo al 1 de noviembre. En su retablo se colocó una imagen de la Virgen de Arantzazu (Patrona de Guipúzcoa), bajo la que se puso su advocación, curiosamente Arantzazu está presente en la leyenda descrita anteriormente. 


ERMITA DE IGARATZA

Junto a la hermosa ermita que cada segundo domingo de agosto recibe la única visita a tierras gipuzkoanas que realiza la imagen del Aingeru de Aralar, se sitúa un hermoso refugio privado y otro libre así como una fuente de aguas claras y limpias.


VISITA DEL AINGERU DE ARALAR A IGARATZA

Además Igaratza es una de las estaciones megalíticas más importantes del País de los Vascos, donde encontramos varios dólmenes, un menhir, túmulos, es esta, pues,una zona cargada de mitología, leyendas, tradiciones ancestrales, historia, devoción, una zona rica, muy rica en sabiduría y magia atávica.

MENHIR DE IGARATZA

Mientras la piedra de Ama-Birgin-Arria seguirá en su feudo de Aralar, celosa guardiana de su leyenda y tradición, perdida en lo más profundo de estas míticas montañas, dispuesta a contar su ancestral historia a quien camine hasta ella con humildad y ganas de escuchar el susurro de nuestro pasado.


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