domingo, 29 de octubre de 2017

PETROGLIFOS DE CORME. MISTERIOSOS GRABADOS BAÑADOS POR EL ATLANTICO

PETROGLIFO DE PETON DA CAMPAIÑA

La mar, bravía, indómita, rompe con furia sus olas sobre el pequeño faro de la Punta de Roncudo, la fuerza del magnético Atlántico muestra aquí toda su inmensidad, su energía sin límites, su libertad abrumadora. Algo inexplicable, me atrae hacia su magia, con una fuerza profundamente irresistible, telúrica, enérgica, consciente de que me encuentro en un lugar único, en los confines del mundo. 

LA BELLEZA DEL ATLANTICO

Ese Océano a veces bello y dulce, a veces intratable y duro, pero siempre indomable y libre, ha tallado con la calma de los siglos esta abrupta costa en la que nos encontramos. La Costa da Morte, en las mágicas y enigmáticas tierras gallegas, se ubica en las llamadas Rías Altas, un quebrado relieve cargado de mitos y leyendas, de historia y de historias, pero también de tragedias. Una leyenda, cuenta que las rías gallegas se formaron en el momento en que Dios creo el mundo y paró a descansar al séptimo día, entonces, apoyó sus manos en Galicia y formó las rías. Las viejas historias desgajadas durante siglos al amor de la lumbre sitúan en estos parajes salvajes la mítica y seductora Atlántida, la ciudad sumergida en el océano, que atrae irremediablemente a muchos de nosotros. 

CASTRO DE BORNEIRO

Aquí en la vieja tierra de los ártabros, la bruma, nos susurra viejas historias de castros celtas, de duendes traviesos que se ocultan tras las rocas de granito, de bosques profundos guardianes de antiguas leyendas, de historias viejas como el tiempo, y también, de gentes que viven en sus costas, de pescadores, de mariscadores que se juegan la vida para pescar el apreciado percebe de Punta Roncudo, que según dicen, es el mejor del mundo.

FARO DE PUNTA RONCUDO

La Costa da Morte comienza en este punto de Punta Roncudo, nombre que deriva del sonido ronco que hace la mar al romper contra los acantilados, y que se ubica en la pequeña aldea de Corme Porto, que a su vez pertenece al ayuntamiento de Ponteceso, en el extremo occidental de la provincia de A Coruña. Esta Costa da Morte, extiende sus quebrados litorales hasta el mágico Finisterre, siendo, a decir por los marinos el lugar más peligroso para la navegación por la cantidad de bajos o lagos que se esconden a pocos metros de la superficie, a lo que si unimos, los habituales bancos de niebla, el resultado es que en estas aguas yacen hundidos infinidad de barcos, algunos tristemente famosos como el Prestige. 

FARO DE FINISTERRE

De todo ello, podría derivar su nombre de Costa da Morte, si bien otra teoría nos cuenta que podría provenir del antiquísimo camino que realizaban peregrinos celtas para ver el lugar donde moría el sol cada día y renacía a una nueva vida de luz, buscando el poniente, de esta peregrinación derivó el Camino de Las Estrellas y el actual Camino de Santiago.
Los antiguos pueblos celtas dejaron en esta hermosa tierra su impronta, su poso se respira en cada pequeño rincón, viejas leyendas, tradiciones, e incluso restos de palabras en gaélico como la que pudiera estar en la base del nombre del río Anllóns, que desemboca en las marismas de la ría de Corme y Laxe. Una teoría nos dice que este nombre pudiera derivar de la palabra gaélica “Lon”, que significa marisma.


COSTA DA MORTE

En las pétreas montañas, que a modo de telúricos guardianes, vigilan las costas, con sus características rocas graníticas, se esconden unos magníficos tesoros legados por los antepasados, misteriosos dibujos cuyo significado solo acertamos a elucubrar, son los petroglifos tallados hace milenios en las rocas bañadas por el “orbayu”, conjuntos de grabados misteriosos, enigmáticos, atractivos, profundamente magnéticos.
Conozcamos uno de estos conjuntos de petroglifos, se trata del grupo ubicado en las tierras de Corme Porto.

PROMONTORIO Y ALDEA DE CORME PORTO

De nuevo buscamos la fuerza del Atlántico, nos dejamos convencer por su magia, dejamos que acaricie nuestros pies descalzos mientras la marea trae a la orilla de una perdida cala, viejas historias de esta vieja cultura. Esta bucólica localidad, guardiana de toda la esencia marinera de Galicia, se agazapa como si intentara resguardarse de la furia atlántica bajo un promontorio, que cierra la aldea por el norte, hacia el sur encontramos la desembocadura del río Anllóns. Sus casas se alinean alrededor del pequeño puerto pesquero, y buscan la coqueta y encantadora playita de Osmo. Un poco más lejos, encontramos la Praia da Ermida, junto a la isla da Estrela, donde se localiza un antiguo castro celta, desde aquí, tenemos a la vista, la totalidad del conjunto de petroglifos que se esconden en el promontorio de Corme.

ISLA DE ESTRELA DESDE LA PRAIA DA ERMIDA

El conjunto esta compuesto por varios abrigos rocosos, o bien, simplemente rocas en el suelo, localizados en diferentes yacimientos que guardan un interesante conjunto de petroglifos. Estos yacimientos, son O Petón da Campaíña, A Fieiteira y A Regadiña, también pudiéramos englobar en este conjunto la conocida como Pedra da Serpe, una auténtica joya de la cultura antigua gallega.
Pero vayamos por partes, saboreemos como se merecen cada uno de estos rinconcitos, dejémonos embaucar por la magia de las viejas culturas que nos legaron estas joyas. Su descubrimiento se debió a las obras de construcción del parque eólico, que se ve en la cima del promontorio, aparecieron 17 puntos arqueológicos, 8 de ellos son grabados rupestres al aire libre, 5 grabados en abrigos y 4 líticos trabajados.
A Fieiteira, es un yacimiento sobre 15 lajas situadas entre dos peñascos, que presenta varios dibujos arrinconados en una roca principal en el entorno. Se trata de círculos simples y cruces incisas, óvalos con formas arriñonadas o líneas transversales. También vemos cazoletas, muy clásicas de los petroglifos, algunas de ellas sólo se pudieron realizar con un instrumento de hierro, o cruces inscritas en círculos.
A Regadiña, se trata de una superficie lisa e inclinada, surcada parcialmente por un hilo de agua, posiblemente proveniente de un manantial, y de donde procedería su nombre. Guarda 19 cuadrados y círculos divididos internamente por líneas en sectores de dos, tres o cuatro.

PETROGLIFO DE A REGADIÑA

El principal yacimiento es el conocido como O Petón de Campaíña, muy bien conservado por estar bajo un abrigo natural, dominando el entorno sobre la ría. El abrigo presenta una entrada de 4.80 metros de largo por 2 metros de alto, y un fondo de 3 metros. 

PETROGLIFO DE PETON DA CAMPAIÑA

Los grabados son de varias formas, círculos, óvalos, herraduras, líneas que se entrecruzan, rebajes, cazoletas, incluso una cruz latina. Además se aprecia una curiosa forma humana en bajorrelieve que parece ser de factura algo posterior respecto al grupo de grabados. Los arqueólogos que datan el conjunto, nos hablan que su antigüedad pudiera tener unos 5.000 años, debido a su ubicación y otros datos, podría tratarse de un antiquísimo santuario ritual. De hecho, se aprecia una especie asiento natural, junto a dos huecos a cada lado del mismo para apoyar las manos de forma natural para guardar el equilibrio, unas líneas grabadas en la roca alargan los dedos, es a decir de algunos especialistas un lugar en el que se nombrarían los reyes en la Edad del Hierro.

PETROGLIFO DE PETON DA CAMPAIÑA


Para terminar, y cerca del conjunto de petroglifos, encontramos una de las grandes joyas de la cultura tradicional de Galicia, se trata de la conocida como Pedra da Serpe. 

PEDRA DE SERPE

Monumento ubicado en el término de Gondomil, muy cercano a la praia da Ermida y del castro de A Estrela, su cronología es complicada si bien pudiera situarse en tiempos protohistóricos, o en la Edad Media. Se trata de una piedra junto al camino que presenta un grabado de una serpiente alada, con la cabeza bien definida y la cola rematada en punta triangular. Se colocó posteriormente una cruz sobre dicha piedra, cristianizando el monumento. Estaría, sin duda, relacionado con los antiguos cultos a la serpiente, propios de los pueblos celtas, otros autores relacionan el monumento con el culto romano a Jano. Las leyendas gallegas, hablan de que Santo Adrián, cristianizador de la zona, acabó con una plaga de serpientes en la zona que hacia imposible su habitabilidad. El santo dio un fuerte golpe con el pie en el suelo, momento en que las culebras se fueron a esconder bajo esta piedra, quedando una de ellas grabada en la misma.

PEDRA DE SERPE

Volvemos a dejarnos mecer por la mar, dejamos que sus vientos profundos del noroeste acaricien nuestro cabello, sentados en la arena, saboreamos lo vivido allá arriba en el promontorio de Corme, hemos tocado con la punta de los dedos el pasado.

ATLANTICO MAGICO

Que misterio guardan celosamente estos extraños dibujos grabados en la piedra por manos humanas hace 5.000 años, que impulsó al hombre prehistórico a ubicar uno de sus santuarios precisamente aquí. Preguntas cuyas respuestas quedaran por siempre ocultas en el orbayu. La magia, la profunda energía telúrica nos acompaña mientras la bruma del Atlántico va trepando sin prisa acariciando las piedras graníticas, dejaré que esa bruma me acaricie a mi también, quizás, quien sabe, me susurre dulcemente al oído, el secreto arcaico, ancestral, de los petroglifos de Corme.