LA COSTA DE LOS ORGENOMESCOS
un
rincón de la geografía del norte de la Península Ibérica, el océano ha ido
dibujando durante milenios, con la calma de los tiempos, un paisaje espectacular,
magnético, un paisaje de playas escondidas
PLAYA DE CUEVAS DEL MAR EN VILLANUEVA DE PRIA
y acantilados que caen a plomo desde
las verdes praderas, para sumergirse en la magia de nuestro mar Cantábrico.
ACANTILADOS
Se
trata de las tierras del pueblo de los Orgenomescos, una antigua tribu cántabra
que extendía su territorio entre los ríos Sella en Asturias y Nansa en el
occidente de Cantabria, por el sur su
territorio lindaba con el de los vadinienses.
RIO SELLA EN RIBADESELLA
Es esta una tierra encajonada entre el océano y las
montañas que sirven de puerta de entrada a los majestuosos Picos de Europa,
PICOS DE EUROPA DESDE EL MIRADOR DEL FITU
una
tierra de naturaleza desbordante y un pasado tan antiguo como sus viejas
piedras, una tierra que hechiza con sus ancestrales sones al ritmo de gaita sonando
como un eco lejano, entre la bruma de sus bosques infinitos.
BOSQUE DE ABEDULES
Es aquí
donde se instauró esta tribu cántabra, conocida como Orgenomescos, tribu
belicosa como parece indicar su propio nombre, compuesto por las raíces
célticas “org-no” (golpear, matar, saquear) y “mesk” (locura, borrachera), su
nombre, significaría, de esta forma, “los que se embriagan en la matanza”. Fue
un pueblo muy activo en el marco de las conocidas como Guerras Cantabras, unos enfrentamientos
que tuvieron lugar durante los años 29 a.C.-19 a.C., entre las tribus astures y
cántabras, frente al Imperio Romano. Según diversas teorías, a esta tribu
perteneció el mítico y controvertido caudillo Corocotta, famoso por presentarse
ante Augusto para cobrar la recompensa que ofrecía Roma por su propia cabeza,
Augusto admirado por su valor, le dejó marchar.
Los
datos documentales que han llegado hasta nosotros sobre estas míticas tribus,
nos sitúan en el siglo III a.C., momento en el que comenzó el proceso de
celtiberización de los cántabros. Si bien es probable que su poso nos trasladara
hasta la Edad del Bronce, o incluso más lejos, hasta el neolítico, como lo
atestigua el ídolo de Peña Tú, una pintura datada en el neolítico, situada en
un abrigo rocoso de la Sierra Plana de la Borbolla, en Puertas de Vidiago.
PEÑA TÚ
Se
trata de un conjunto de pinturas de color rojizo, que representan
esquemáticamente figuras humanas, diversos puntos rojos e incluso un animal.
Pero en el conjunto destaca la figura del ídolo, de aproximadamente 1,10 metros de altura,
destaca sobre el conjunto. Representa la figura de una persona envuelta en una
especie de túnica, con rectas, trazos en zig-zag, e incluso una especie de
flecos sobresaliendo del tocado.
IDOLO DE PEÑA TU
Al lado suyo se aprecia una especie de puñal
con la punta hacia abajo, lo que vendría a significar que se trataría de una
especie de jefe o persona influyente en su tribu. La peña pudiera ser un lugar
de enterramiento, pues en su base hay una cavidad que pudiera estar destinada a
tal fin, además en toda la sierra se han hallado diferentes túmulos destinados
a enterramientos. Entre los pueblos celtiberos era costumbre dejar en
determinados santuarios naturales el cuerpo del cadáver de los guerreros
muertos en combate, para que los buitres, animales sagrados, los comieran y de
esta forma devolvieran su alma a los dioses.
BUITRES
Peña Tú pudiera ser un santuario
de estas características, a decir del guarda del conjunto, la zona es lugar
habitual de buitres. Se dice que la peña pudiera representar un cuelebre,
serpiente de la mitología asturiana, al que se enfrentó el guerrero
representado en las pinturas, aparecería representado con su mortaja y con el
arma con la que dio muerte a la bestia que aterrorizaba a los lugareños.
EL CUELEBRE, EN EL CAMIN ENCANTAU
Quien
sabe, Peña Tu seguirá guardando para sí su ancestral misterio de siglos,
envuelto en la leyenda, probablemente nunca lográremos descifrar su enigma, y
tal vez sea mejor así.
Estos
antiguos pueblos, tenían una profunda influencia de la cultura celta, como
demuestran los muchos topónimos de origen céltico, que se dan en esta zona,
como puede ser el río Bedón, cuyo nombre parece tener origen en el galo “Bedo”,
que significaría canal o foso, y que desemboca en el Cantábrico en la deliciosa
playa de San Antolin, junto al monasterio del mismo nombre.
RIO BEDON
O la estela de
Duesos, tallada con entrelazos célticos, situada en la población de Caravia
Baja, una parte de la cual podemos admirar en el exterior de la iglesia de Santiago
junto a un hermoso tejo.
ESTELA DE DUESOS
Vinculada a este árbol sagrado para los celtas, existe
una costumbre muy enraizada en todo el universo céltico, es aquella que
consistía en reunirse bajo un tejo, a pasar el rato, o a deliberar los asuntos
de la comunidad, la palabra dada bajo él, no se rompía bajo ningún concepto.
TEJO
Aún
hoy, en muchos lugares de Asturias, el tejo forma parte de la vida de la colectividad,
cobijando bajo su sombra, en la plaza o junto a la iglesia a los vecinos que
acuden a su abrigo.
TEJO EN CARAVIA BAJA
En muchos de estos lugares este árbol sagrado ha tenido
tanta importancia en la vida de los paisanos, que los emigrantes asturianos a
las Américas, en las cartas que enviaban a su casa, preguntaban como se
encontraba el “texu”.
Cerca
del límite occidental de esta tribu, el río Sella, se eleva un macizo lleno de
misterio y magia, me refiero a la sierra del Sueve,
SIERRA DEL SUEVE DESDE EL MIRADOR DEL FITU
quizás en un pasado
anterior a las invasiones romanas fuera esta sierra y no el río Sella el límite
occidental de los Orgenomescos, quien sabe, de lo que si hay constancia es de
que en los alrededores del Sueve han aparecido diversas estelas funerarias de
esta tribu. Pero caminemos despacio hasta este mágico lugar, celoso guardián de
hermosos bosques de hayas y de tejos, donde corretean libres los asturcones,
esos pequeños y fuertes caballos autóctonos habitantes de estas montañas desde
la antigüedad.
COSTA DESDE EL MIRADOR DEL FITU
El Sueve es una magnifica atalaya para divisar desde la costa
cantábrica hasta las altivas cimas de los Picos de Europa, con el Naranjo deBulnes al frente. La sierra esta presidida por el Picu Pienzu que eleva su cima
sobre los 1.161 metros sobre el nivel del mar, parece que esta cumbre era un
otero utilizado por los suevos que se asentaron en la zona, de ellos podría
haber tomado su nombre la propia sierra.
PICU PIENZU
Los suevos fueron un pueblo germánico
que realizó diversas migraciones, formando el conocido como Reino Suevo en
Gallaecia, era este un territorio situado en el extremo noroccidental de la
Península Ibérica.
Todas
estas historias puede que sucedieran o puede que no, pero nos queda la
posibilidad de sentirlas en nuestros poros, cuando caminamos por los bosques brumosos
del Sueve, o nos asomamos al mirador del Fitu, nos perdemos entre los preciosos
hórreos de sus pueblos,
HORREOS ASTURIANOS
nos dejamos salpicar por el salitre cantábrico en sus
insondables acantilados, o escuchamos las historias mitológicas que los
paisanos guardan como un tesoro.
EL NUBERU, EN EL CAMIN ENCANTAU
Esta es
la antigua tierra de los orgenomescos, una tierra que huele a bruma, a mar, a
montañas mágicas y a ancestrales historias que se pierden en lo más profundo de
los tiempos.
COSTA ORGENOMESCA
Una tierra que huele a árboles sagrados y raíces profundas, a
viejas culturas y leyendas, una tierra que cautivará irremediablemente a quien
se acerque a ella y escuche los susurros de los vientos que vienen del océano,
a contarnos todo esto y mucho más, mientras acarician las hojas de los árboles
de sus profundos bosques.
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