AUZA GAZTELU
En las estribaciones del norte de la sierra de Aralar, donde los
barrancos, que caen desde las alturas de las altas praderas de verde inmaculado,
alcanzan vertiginosamente el piedemonte, se alza misteriosa la hermosa cima de
Auza Gaztelu que eleva sus poco más de 900 de altura, entre las cuencas de los
rios Urtsu y Amondarain.
ESTRIBACIONES DEL NORTE DE LA SIERRA
Agazapada a la sombra del majestuoso pico Larrunarri o Txindoki, pareciera que quisiera pasar desapercibida, como queriendo guardar celosamente
los muchos tesoros míticos que tiene reservado para quien se acerque a su
sombra con calma.
LARRUNARRI O TXINDOKI EN OTOÑO
Pero su elegante figura no pasa desapercibida desde ningún
punto, como si un telúrico magnetismo atrajera al caminante de forma
irremediable.
Alcanzar su cima es una preciosa excursión, que se puede realizar
desde varios puntos. El más accesible es el que parte desde el área de recreo
de Olasakoi, a la que se accede en coche desde la localidad de Zaldibia, desde
aquí un evidente sendero nos acerca hasta la majada de Ausokoegi, desde donde se alcanza la cima.
MAJADA DE AUSOKOEGI DESDE EL CAMINO A AUZA GAZTELU
Otra hermosa ruta parte del barrio de larraitz,
perteneciente a Abaltzisketa.
ERMITA DE LARRAITZ A LA SOMBRA DE TXINDOKI
En este caso la ruta comparte los primeros
metros de caminata con la ruta normal de ascensión a Txindoki, hasta que en una
pronunciada curva, nuestro camino se desvía en dirección este, abandonando la
ruta hacia Txindoki.
AUZA GAZTELU DESDE LARRAITZ
Por un hermoso bosque de hayas primero y en terreno
despejado después, alcanzaremos el collado de Errekonta, situado bajo el cono
cimero de la montaña.
EMBALSE DE LAREO EN INVIERNO
Una variante más larga, es la que accede hasta aquí desde Lizarrusti o bien desde el embalse de Lareo, para por la interesantísima vaguada
de Ondarre, llegar a las cercanías del collado de Pikoeta, desde donde un
sendero toma decididamente la dirección norte, a media ladera de la vertiente
este del macizo de Gañeta-Beleku, para desembocar en el mismo collado de
Errekonta.
VAGUADA DE ONDARRE
Cualquier ruta es una belleza, por si misma, y coronar la cima es el
remate a una preciosa excursión, se llegue por donde se llegue, esta sierra
deparará al caminante espacios mágicos de indescriptible belleza, sólo hay que
calzarse las botas, acudir con la mente abierta, y caminar sin prisa dejando
que la hierba acaricie nuestras botas.
AUZA GAZTELU, A LA DERECHA EL COLLADO DE ERREKONTA, A LA IZQUIERDA LA MAJADA DE AUSOKOEGI
Desde el collado de Ausikoegi o desde el de Errekonta, el acceso a la
cima es directo y evidente, aunque bastante duro, con calma vamos ganando altura, en la zona final de
la ascensión, comenzamos a ver los restos de las murallas que rodearon la torre
de vigilancia que se encontraba en su cumbre.
RESTOS DE LA MURALLA
Y es que este uno de los primeros
tesoros que guarda Auza Gaztelu, en su cima podemos observar aún los restos de
lo que fue una torre de vigilancia que hunde sus orígenes en los tiempos del
Medioevo, allá por el siglo XIII.
TORREON DE LA CIMA, CON TXINDOKI AL FONDO
Su nombre ya nos indica con el topónimo Gaztelu
(castillo en euskera), su antiquísima historia, fue parte de la frontera del
viejo reino pirenaico de Navarra. Esta fortaleza era la encargada de vigilar la
cercana calzada de Enirio, que pasa un poco más abajo, en la vertiente este de
la montaña.
CALZADA DE ENIRIO
Este ancestral camino enlosado, unía Navarra con la costa gipuzkoana,
esta misma calzada pasaba bajo otra fortaleza de parecidas características a la
de Auza Gaztelu, la del pico Mendikute, ya en el macizo de Ernio.
FORTIFICACION EN MENDIKUTE
Antigua ruta
neolítica de transhumancia, se reutilizó para el transito de peregrinos,
soldados, comerciantes y un sinfín de gentes que pasaron por sus enormes losas.
Pero sus orígenes van más allá, hunden sus raíces en lo más profundo
de nuestra historia y de nuestras viejas leyendas, contadas de padres a hijos
al calor del fuego. En la cima de Auza Gaztelu, nos cuenta la mitología, que
habitaron una familia de jentiles, de hecho también se conoce al pico como Jentilen
Sukaldea (cocina de los jentiles).
RESTOS DE LA TORRE EN AUZA GAZTELU
Son estos son unos personajes de la
mitología vasca, vinculados a la tierra, seres de fuerza descomunal, representantes
de las antiguas creencias y considerados constructores de varios monumentos
megalíticos, así como colaboradores con los humanos en la factura de algunas
iglesias como son la de Ataun, Zurbano o la ermita de La Antigua de Zumarraga.
ERMITA DE LA ANTIGUA DE ZUMARRAGA
Una leyenda nos cuenta , como el jefe de los jentiles que vivían en la
montaña, fue a buscar trigo a Navarra, y regresando con siete pellejos de buey
llenos de cereal, se topó con su hija en la fuente que nace bajo la montaña.
Esta le dijo: “ven aquí a descansar y a beber agua fresca”, el jentil contestó:
“si hubiera sabido que me era lícito soltar la carga y descansar en el camino,
habría tomado sobre mí otros siete sacos más como estos que traigo”.
También se cuenta que uno de ellos arrojó una enorme piedra desde la
cima, pero que patinó en el momento del tiro, y el proyectil cayó junto a la
majada de Ausokoegi, se trata del dolmen que aún hoy podemos ver junto a la
misma.
Así mismo se dice que eran los constructores de la calzada de Enirio,
antes mencionada, colocando las enormes losas, por las que hoy caminamos, en
varias piedras se aprecian dos marcas paralelas, que al parecer y según los
viejos cuentos, serían las marcas de las ruedas que dejaron allí los carros de
los gigantes.
HUELLAS DE LOS CARROS DE LOS JENTILES
Este mito de los jentiles, esta muy relacionado con la llegada del
Cristianismo a tierras vascas, los viejos cuentos nos narran como un grupo de
estos seres jugaban en un monte a la pelota, cuando vieron aparecer una extraña
nube, asustados consultaron al más anciano de la tribu, el cual ordenó que le
levantaran los párpados con un a palanca, pues el sólo no era capaz de hacerlo,
tal era su avanzada edad. Cuando el anciano vio la nube exclamó: “Ha nacido
Kixmi, es el fin de nuestra era, arrojarme por un barranco”, kixmi significa
mono en euskera, y hace referencia a la llegada de Cristo. Los jentiles
obedecieron al anciano, y los demás se ocultaron bajo las losas del dolmen de
Jentillarri, cercano a Auza Gaztelu, y al bode de la calzada de Enirio.
DOLMEN DE JENTILLARRI
Todos
menos uno, se trata de Olentzero que anualmente baja a los pueblos a anunciar
en Nochebuena la buena nueva del nacimiento de Cristo.
OLENTZERO
Historia, mitología, paisaje, calma, misterio, todo esto y muchas
cosas más guarda esta singular montaña, sólo queda acercarse a ella, subir a su
cima o dejarse embaucar por su silueta desde cualquier punto de sus alrededores.
AUZA GAZTELU
Acérquese, amigo lector, a su sombra, en coche, en bici, andando, en burro o
como desee, pero acérquese a Auza Gaztelu, y escuche sus ancestral susurro, el
viento que baja de sus alturas le contará viejas historias reales o ficticias,
eso no importa, y tal vez si se fija bien, vea salir el humo de la chimenea de
la cocina de los jentiles.
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