ARGARBI
Hay
montañas que pasan desapercibidas a los ojos de los caminantes por diversos
motivos, bien sea por su altitud, bien por su ubicación junto a otras cumbres
más elevadas, o bien por simple tradición o reconocimiento montañero. Sin
embargo, en muchos casos, esas cimas, que pasan a un segundo plano en los
cuadernos de rutas de los excursionistas, encierran tesoros difícilmente
descifrables, si no acertamos a perdernos por sus laderas y dejamos que el
viento de su cima nos susurre el ancestral legado que custodian.
VISTA DESDE ARGARBI
Descubrimos,
así, con sorpresa, que son montañas hermosas, amables, cercanas, llenas de
encanto, de magia, y que por algún motivo que desconocemos, ejercen un
magnetismo telúrico que nos obliga a volver a acariciar sus laderas de nuevo.
Una de
estas extraordinarias montañas es el pico Argarbi, que se sitúa en la zona
oeste de la sierra de Aralar y que con sus 833 metros de altura, es eclipsada
por cumbres de mayor envergadura cercanas a él, incluso en algunas guías montañeras
no se la considera ni siquiera como cima.
CIMA DE ARGARBI
Sin embargo, esta cumbre guarda
tesoros magníficos, e incluso los más antiguos vestigios de vida humana de la sierra.
Pero vayamos despacio, sin prisa, saboreando cada rincón de su mágico entorno.
En la
misma cima de Argarbi, se sitúa un dolmen que toma el nombre de la cima, aún
son visibles su túmulo y las losas de la cubierta, junto con los restos de un
vértice geodésico.
DOLMEN DE ARGARBI
Los dólmenes son monumentos megalíticos que en Arala,r datan de hace
unos 5.000 años, tumbas ancestrales donde nuestros antepasados, pastores
transhumantes, depositaban los cuerpos junto con otros elementos, de esta
forma, Argarbi, nos deja entrever que se trata de un lugar mágico, único,
especial. Aralar es especialmente rico en dólmenes, pero en la falda de la
montaña de Argarbi, se esconden otros elementos únicos en esta montaña. A sus
pies, en su ladera este, se abre un vallecito en componente Norte-Sur, conocido
como Ondarre, donde recientes investigaciones han sacado a la luz hallazgos
impensables hasta hace bien poco en estas latitudes de la Tierra de los Vascos.
VALLECITO DE ONDARRE
Hace poco aparecieron aquí, los restos más antiguos hallados en la sierra hasta
el momento, en concreto se encontró un núcleo de piedra arenisca, así como una
lasca de sílex tallada por los neandertales mediante el procedimiento conocido
como “levallois”. Es este un método complejo de lascado, por el que se planifica
de antemano el tamaño y forma de la lasca, mediante una preparación concreta de
la cara superior y del núcleo, ambas piezas se han datado entre 40.000 y
100.000 años. Otro elemento prehistórico de sumo interés que apareció en
Ondarre es un precioso cromlech que hoy podemos disfrutar gracias a su
recuperación, estos monumentos tienen unos 3.000 años, momento en que se
comienzan a incinerar los cadáveres.
CROMLECH EN ONDARRE CON ARGARBI AL FONDO
Últimamente se ha descubierto otro cromlech,
del que formaría parte una característica piedra hincada junto al camino, y que
durante mucho tiempo se pensó que era el mojón central de un sel.
PIEDRA DEL CROMLECH RECIEN DESCUBIERTO
Sin olvidar
la cista, monumento funerario individual de pequeñas dimensiones localizada en
las inmediaciones.
Volviendo
a acariciar las suaves laderas de Argarbi, como queriendo no abandonar su
ancestral susurro, giramos nuestro pasos un poquito hacia el norte de la
montaña, allí sobre un rellano encontramos restos de dos cabañas, que al
parecer datarían de los primeros asentamientos pastoriles de la sierra.
CABAÑAS EN ARGARBI
Cercana
a ellas, se localiza la majada de Esnaurreta, donde hoy, muchos siglos después,
sus moradores siguen cuidando las ovejas latxas, y fabricando deliciosos quesos,
los tiempos han cambiado, pero ha veces no tanto como creemos.
Por si
todo esto fuera poco, cerca de Argarbi pasa una de las rutas más importantes de
la antigüedad en la sierra, la calzada de Enirio o de los Jentiles, que unía la
costa con las tierras de Navarra.
CALZADA DE ENIRIO
Argarbi vigila desde lo más profundo de los
tiempos este paso cuyas enormes losas, pisaron pastores, peregrinos, soldados,
comerciantes,…, cerca se localiza el mítico dolmen de Jentilarri, vinculado a
la leyenda de los jentiles, que se ocultaron en él con la llegada del Cristianismo.
DOLMEN DE JENTILLARRI
Argarbi,
es una cumbre modesta, que se agazapa a la sombra del Sastarri y de las
montañas del circo del Gañeta,
SASTARRI
parece que quiere pasar desapercibida guardando
para sí sus tesoros únicos que sólo comparte con quien camina hacia ella con el
corazón y la mente abiertas a conocer los secretos de nuestra vieja cultura.
CIRCO DE GAÑETA
Argarbi
permanece allí, muda, silenciosa, fiel guardiana de leyendas, de viejos
megalitos, de antiguas calzadas, de sabiduría ancestral. Quizás atesore muchas
más sorpresas que aún están por descubrir, pero de momento me conformaré con
caminar sin prisa hasta su solitaria cima, bien por Ondarre, bien por la
calzada de Enirio o por cualquier otra senda escondida por la que acierten a
pisar mis viejas botas,
HUELLAS
y sentarme arriba, en lo más alto, escuchando los antiguos
cuentos que me trae el viento sobre jentiles, sobre viejas majadas de techos dehierba,
CHABOLA DE OIDUI
sobre menhires,
MENHIR DE JENTILLARRI
sobre míticos castillos,
AUZA GAZTELU
y sobre tantas y tantas ancestrales
leyendas, sintiendo que aunque sea por un fugaz momento, la montaña me ha
permitido acceder a sus atávicos secretos.
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