EL MENHIR DE SOALAR
Cuando el 13 de junio de 1973, el fraile de la localidad baztanesa
de Lekaroz Francisco Ondarra Erdozia, conocido como "Aita Patxi", descubrió un
menhir tumbado en el collado de Soalar, nadie pensaba el curioso y triste
periplo que ésta joya del megalitismo navarro tendría que sufrir.
El collado y cima homónima de Soalar se localiza en el
Pirineo vasco a 827
metros de altitud, en pleno valle del Baztán. Al norte
linda con la localidad de Arizkun; al Oeste con la capital del valle, Elizondo;
al sur con el pueblo de Beartzun; y al este con el majestuoso pico de Auza. Es un
lugar mágico de paisajes abiertos, casi sobrecogedor, donde los vientos pirenaicos
nos susurran antiguas leyendas, cargado de restos megalíticos testigos del pasado pastoril de las gentes que desde antaño habitan éstas tierras. Es en
éste collado donde fue descubierto el menhir de Soalar, en su entorno se
localizan, además, 6 dólmenes, 3 túmulos y 4 crómlechs. Se trata de un bloque de
piedra arenisca terminado en punta de unos 4,35 metros de
altura; su peso ronda los 3.500 kilogramos ;
su ancho oscila entre los 60 centímetros de la base, 95 centímetros en
la mitad y 20 centímetros
en la punta; su grosor es de 0,20
a 0,50 centímetros .
Su odisea, comienza en otoño de 1992, cuando el menhir
desaparece de su ubicación original, no se sabe nada de él, hasta que el propio "Aita
Patxi" lo localiza en la primavera de 1993, en la zona de Ezkaldo, en la localidad
de Gartzain (distante a unos 15
km . de Soalar). Se halla tirado junto a una pista
forestal y al parecer lo habían trasladado allí con el fin de ser utilizado en
la construcción del dintel de un caserío.
Pasa el tiempo, hasta que vuelve a desaparecer en verano
de 2003. En otoño de ese mismo año, miembros del grupo Hilharriak, dedicado a
la catalogación megalítica, reciben el aviso de la localización del menhir en
un caserío de Gartzain, está siendo usado como soporte de una canasta de
baloncesto !!!!.
Se recupera el megalito y es entonces cuando se llama a unos
arqueólogos de la universidad de Alcalá de Henares, para realizar un estudio
que les lleva a confirmar la importancia del menhir, equiparable con los
megalitos de Bretaña y del sur de Portugal.
Estamos ante una magnifica muestra del megalitismo
atlántico, el menhir representaría a un guerrero, que mantendría unas
proporciones escultóricas entre la cabeza y el cuerpo (1/6), está además
decorado con varios grabados.
Algunos de éstos grabados se ven a simple vista, otros tan
sólo se pueden observar con medios más sofisticados. Representan la vestimenta
del guerrero, la armadura, el cinturón, un hacha que es el grabado que mejor se
observa, junto a ella se ve una representación solar, y una especie de símbolo en
forma de serpiente en la cabeza, cargados de una importante dosis simbólica, Según
los expertos estos grabados estarían pintados en su origen con tintes azul y
rojo.
¿Que misterio ocultan éstos ancestrales dibujos tallados en
el menhir?, ¿qué llevó a los antiguos habitantes de las montañas baztanesas a erigir éste monumento
en Soalar?. El guerrero de piedra guarda para sí las respuestas a éstas
preguntas, la solución a su pétreo enigma, sólo nos queda dejar volar la
imaginación a los tiempos en que las piedras hablaban, tal y como dijo Jorge
Oteiza; o bien dejarnos hechizar por el susurro ancestral del guerrero de
piedra.
En su ubicación original, el menhir estaría colocado en pie
con la cara de grabados orientada hacia el valle, en la zona más visible del collado,
esto nos habla de la importancia que tuvo el megalito en su momento, si bien
también su función es también un misterio. Pudo tratarse de un límite
territorial, de un símbolo de dominio sobre la naturaleza, de una forma de
comunicación entre tribus,... la respuesta se mantendrá encerrada en el silencio
ancestral del menhir.
Ahora, el guerrero de piedra observa a los visitantes que, curiosos, intentan
escrutar algo de su misterio, desde su ubicación en el museo Jorge Oteiza de
Elizondo, soñando quizás con la libertad del viento de su collado de Soalar,
abierto a mil y un paisajes y colores pirenaicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario