Encajonado en un extremo de la mágica sierra
de Aralar, bajo la atenta mirada de las cimas de Akier y de Artxueta, en cuyas
faldas se situa el Santuario de San Miguel in Excelsis, encontramos el coqueto
valle de Ata.
Un lugar bucólico y mágico ubicado a casi mil
metros de altura, extiende su verde alfombra de pastos en mitad de un mar de
hayedos y cimas calizas, escondido como queriendo pasar desapercibido en el
extremo oriental de la sierra.
Paseando por el ancestralarl camino que cruza
el valle, sentimos la fuerza de los antiguos caminantes que desde tiempos
inmemoriales utilizaban ésta misma ruta que unía la zona media de Navarra con
Gipuzkoa, posiblemente los nuevos usos que vamos dando a nuestras montañas han
restado importancia y relegado a un segundo plano a éste camino tradicional, ya
no lo pisan los rebaños transhumantes ni los pastores constructores de los dolmenes
que se localizan en los alrededores. Sin embargo justo a la vera del antiguo
camino, una vieja piedra nos conecta directamente con éste mundo perdido en la
memoria, con la antigua cultura de los vascos, un monumento mítico enclavado en
el centro del vallecito, se trata de la conocida como “Erroldan-Arriya” (la
piedra de Roldán).
Según nos cuenta una antigua leyenda, que con
variantes se da en muchos lugares de nuestra geografia, el mítico gigante
Roldán lanzó ésta piedra desde lo alto de un monte con la intención de destruir
el Santuario de San Miguel de Aralar, pero resbalando con una boñiga justo en
el momento del lanzamiento, el pedrusco perdió impulso y quedó en su actual
emplazamiento, en el valle de Ata. En ella aún podemos ver unas marcas incisas
que según cuenta la tradicion serían las huellas que los dedos del gigante
dejaron sobre ella al agarrarla.
Encontramos en ésta leyenda la curiosa forma
en que un personaje histórico y extranjero a la cultura vasca como Roldán,
sobrino de Carlomagno, al que los vascones mataron en la conocida batalla de
Roncesvalles, adquiere un carácter mítico en la tradición cultural del pueblo
vasco, principalmente en Navarra, que es donde tiene lugar la batalla. Adquiere
así atribuciones de otros personajes de nuestra mitología como son Sanson, el
juez del Antiguo Testamento, o los gentiles, gigantes paganos de fuerza
descomunal que habitaban en nuestras montañas antes de la llegadadel
Cristianosmo. Este hecho, se deba posiblemente a la gran cantidad de romances y
trovas que sobre el personaje de Roldan circulaban por el Camino de Santiago en
tierras navarras tras la mencionada batalla, de hecho una de las obras cumbre
de la literatura francesa, la Chanson de Roldan, narra tergiversadamente lo
acontecido en Rocesvalles.
Múltiples secretos oculta ésta piedra hincada
en el suelo en los confines de la sierra de Aralar, secretos que sólo ella
conoce y que probablemente jamás se lleguen
a descifrar, tal vez sea mejor así, de ésta forma la piedra de Roldan continuará
guardando su magia para quien se acerque a ella con humildad y respeto a
escuchar su ancestral susurro.
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