LUNA SOBRE EL DOLMEN DE SORGINETXE
En
medio de la Llanada alavesa, destaca entre los campos de cereal, una
construcción de piedra caliza que llama la atención de quien acierte a pasar
por allí.
EL DOLMEN DE SORGINETXE
Enormes losas pétreas forman el hermoso dolmen de Sorginetxe, que se
agazapa al resguardo de la magnética sierra de Entzia. Es un lugar cargado de
energía y de magia, de una ancestral fuerza telúrica, que también debieron de
sentir los hombres prehistóricos que decidieron construirlo aquí.
EL DOLMEN DE SORGINETXE
Para
acercarnos a su ancestral misterio, tan sólo tenemos que llegar a la localidad
alavesa de Opakua, justo antes de comenzar el conocido puerto del mismo nombre,
y desviarnos a la aldea de Arrizala. Desde aquí seguimos las señales
indicativas, que nos llevan directamente al megalito.
LA LUNA SE CUELA EN EL DOLMEN DE SORGINETXE
Los
dólmenes se componen de varias losas hincadas en el suelo que sujetan otra a
modo de tapa, generalmente rodea a estas losas, una colina de tierra llamada
túmulo, algunos suelen presentar una
especie de pasillo pétreo, llamándose entonces “de corredor”, en el interior de
la cámara se enterrarían los cuerpos de forma colectiva. Su origen se sitúa en
el Calcolítico, y se dan en Europa sobre todo en su franja atlántica, aunque
también aparecen en Asia o África, su nombre derivaría del bretón y
significaría “mesa grande de piedra”. La vieja mitología de los vascos,
atribuye su construcción a misteriosos númenes, principalmente a los jentiles,
pero también los vincula a otros genios como los Mairus o sorginas.
EL DOLMEN DE SORGINETXE VIGILA LA LLANADA
Pero
centrémonos en el dolmen que hoy hemos venido a conocer, quizás sea uno de los
más conocidos y bonitos de nuestra tierra, su entrada esta dirigida a levante, hacia
donde nace el sol, quizás como forma de representar el nacimiento a una nueva
vida. Es uno de los dólmenes mejor conservados de nuestra tierra, y data del
Neolítico superior, 2.500 años a.C, aproximadamente. Se descubrió en 1831, y en
sus excavaciones, aparecieron varias puntas de flecha, así como un pedúnculo de
sílex y varios restos óseos. Su planta es poligonal, compuesta por 7 piedras
calizas, algunas de las cuales superan los 2.5 metros de altura, una enorme
losa en forma de cubierta se apoya sobre 3 de estas piedras.
LUNA SOBRE EL DOLMEN DE SORGINETXE
La
vieja mitología de los vascos, explica a su forma el porqué de su ser y de su
forma de construirlo, trata de explicar algo que para nuestro ancestros no
tenía una explicación lógica, para ello recurría a los seres sobrenaturales. Su
nombre y su leyenda hace referencia a las sorgiñas, Sorginetxe, significaría
“la casa de la bruja”. Los ancestrales cuentos desgranados al calor del fuego
en las frías noches invernales, cuentan que fueron las brujas quienes
trasladaron las enormes piedras para la construcción del mismo, en la punta de
sus ruecas en una sola noche. Otras versiones hablan de una sola sorgiña que
trajo las losas desde la cueva de Lezao, en su cabeza, mientras ella hilaba.
Otras leyendas vinculan su construcción a los jentiles o a las lamias, en ambos
casos, se asegura que los genios portaron las piedras desde la peña de Astokolarri
ubicada también en Entzia.
ATARDECE SOBRE EL DOLMEN DE SORGINETXE
Sea
como sea, el dolmen de Sorginetxe continúa allí, en mitad de los campos,
orgulloso, altivo, misterioso, conservando su auténtico porqué en secreto, en
su secreto. Es posible que la atracción que muchos sentimos por las viejas
historias de nuestra tierra, estribe precisamente ahí, en no conocer realmente
su auténtico sentido, no sé, lo cierto es que Sorginetxe compartirá con quien
se acerque a él su energía telúrica, que viene de lejos, de muy lejos en el
tiempo.
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